Adelantos

Luna Salvaje – Capitulo Cuatro

 

CAPITULO CUATRO

Marak se quedó de pie junto a la puerta del puente de mando, observando a su Corae Consorte impartiendo órdenes a diestra y siniestra, mientras la nave se dirigía hacia el sur del planeta.
Apenas habían podido escabullirse de la Mansión.
Zane lo había llevado por un pasaje secreto que llegaba a las afueras de la casa, donde estaba anclada la nave, y habían podido evadir a las dos naves del Comando Terrestre, despegando sin llamar su atención justo en el momento en que el equipo de ataque irrumpía en la Mansión.
La suerte había estado con ellos, y pudieron escapar sin problemas.
Observó a su compañero de pies a cabeza. Jamás hubiera imaginado que Zane fuera el capitán de esta nave, y que esa actitud de mando le encantara. Era una cosa más que descubría de su compañero. Pero lo que seguía rondándole la cabeza era saber quién era en realidad Zane, y porqué el Comando Terrestre lo estaba buscando.
Suspiró audiblemente, llamando la atención de su compañero. Se estremeció al mirar esos pálidos ojos verdes, que lo devoraban con tan sólo una mirada.
Zane se levantó, y caminó lentamente hacia él, acercándose a cada paso. Marak tragó el nudo en su garganta, y su cola empezó a moverse agitadamente, su piel se calentó, y su eje se llenó en un solo instante.
—Hola gatito —murmuró Zane, sin despegar la mirada de sus labios.
Marak se lamió los labios, sonriendo cuando consiguió un gemido de necesidad viniendo de Zane.
—Ho…
No terminó lo que iba a decir por que la boca de Zane tomó la suya, bebiendo de ella con frenesí. El beso fue caliente y hambriento, sus bocas luchaban por el dominio hasta que Marak se rindió, y dejó que Zane lo devorara sin restricciones.
Se apretó al cuerpo caliente de su Corae Consorte, gimiendo de necesidad. Deslizó sus manos por el cabello de Zane, profundizando el beso con cada movimiento de sus lenguas. Su compañero tenía un sabor exquisito, y quería más.
Tembló de placer al sentir las manos de Zane, recorrer su espalda y apretar su trasero. Sus cuerpos se juntaron en un abrazo de pasión. Marak podía escuchar el ruido que hacía su cola al golpear con un chasquido el suelo, pero su ronroneo aumentó de volumen, cubriendo el sonido.
Los besos se volvieron desesperados, sus bocas se aferraban una a la otra intentado absorberse hasta el alma. Marak mordió el labio inferior de Zane en el momento en que éste rompía el beso, y unas gotas de sangre golpearon su lengua.Gimió extasiado cuando el dulce sabor de su compañero llenó sus sentidos, jaló a Zane y lamió lentamente el herido labio  inferior. Cada probada de su sangre, calentaba su cuerpo. Su polla dolía de lo dura que estaba, y su agujero se contraía ansiando tener a su compañero en su interior. Fuertes estremecimientos recorrieron su cuerpo, y sus gemidos hicieron eco en el puente de mando.
Marak se alejó de Zane. Su piel quemaba, y deseaba a su compañero con intensidad. Probar la sangre de su Corae Consorte había iniciado la fiebre de apareamiento. Sus feromonas fueron liberadas, llenando el puente de mando con su especiado aroma.
Zane respiró profundamente, y gruñó.
Marak tembló de excitación, y miró a su compañero a los ojos,éste lo observaba como si quisiera devorarlo por completo.
 
*****
 
—Duane, fija el curso de vuelo, y avísame cuando lleguemos a nuestro destino —murmuró Zane en voz ronca—. Estaré en mi cabina.
Se acercó a su gatito y lo levantó entre sus brazos mientras caminaba rápidamente a su habitación. Ya no podía seguir conteniéndose. Ese aroma proviniendo de su gatito lo estaba enloqueciendo.
Condujo presuroso al gatito a su habitación, cerró la puerta y tomó su boca en un ardiente beso. El deseo fluía por su cuerpo como llamas de fuego, arrasando su cordura. Ese estimulante aroma elevaba hasta el infinito, su anhelo por Marak. Su polla latía, dura y apretada, confinada en sus pantalones. Jamás había deseado a nadie de este modo. Todos sus pensamientos estaban concentrados en desnudar al gatito, y follarlo hasta la inconciencia.
Rompió el beso, y desnudó a Marak sin demora.
¡Por la Entidad Suprema! ¡Era más hermoso de lo que había imaginado!
Bebió de su imagen.Toda esa piel dorada, músculos apretados y definidos, y esa deliciosa polla dura y sin vello golpeando su abdomen tonificado, era una visión que jamás borraría de su mente. Se lamió los labios, sin poder decidirse por donde empezar.
—Eres como un sueño…
Marak sonrió, y se acercó lentamente. Sus manos recorrieron el pecho de Zane, arrancándole un largo gemido de placer.
—No soy un sueño, Zane —susurró cerca a su oído—, soy muy real.
Zane gruñó. Se desvistió con prisa, dejando que su mirada vagara por el cuerpo del felino. El pequeño era sexy de la cabeza  a los pies, hasta el movimiento de su cola era sexy.
Empujó a Marak sobre la cama, y se deslizó lentamente sobre él. Ambos gimieron cuando estuvieron piel contra piel.
—Zane…—jadeó Marak, acariciándolo suavemente por la espalda. Sus miradas se conectaron, y la vibra de lujuria pasando entre ellos era demasiado intensa para contenerla. Sus bocas se enlazaron en otro apasionante beso.
Zane rompió el beso, y olfateó el aroma del cuello del gatito. Era una deliciosa fragancia que nunca se cansaría de oler. Quería probar su piel, y descubrir si era tan dulce como su aroma. Le dio una larga lamida a la sensible piel de su cuello, y gruñó por el sabor incomparable llenando sus sentidos. Era exquisito, pero necesitaba más.
—Gatito,… te necesito… —gruñó en voz ronca.
Marak gimió, y asintió. —Sí, Sí,… hazme tuyo.
Zane sonrió satisfecho, y volvió a besar al gatito, dándole un corto y apasionado beso. Usó su propio presemen para preparar a Marak. Lentamente circuló su agujero, observando en todo momento su rostro, las pupilas dilatadas ocultaban el dorado de los ojos de su gatito, sus dientes mordían su labio inferior. Y era la visión más erótica que había visto en su vida.
Muy suavemente deslizó un dedo en el interior de su gatito. Los ronroneos combinados con los gemidos eran excitantes. Sorprendido, se detuvo unos segundos al descubrir que el apretado agujero de su gatito, estaba lubricado, esperando su polla. Era una ventaja que pensaba aprovechar justo ahora.
Sacó su dedo, y posicionó la cabeza de su polla contra la roseta apretada de Marak, muy suavemente introdujo su eje en el calor abrasador del interior de su pequeño felino. Jadeó sorprendido y embelesado por tanto placer.
Sentía su alma en calma como si algo en su interior estuviera completo al fin. Bajó la mirada, y se sintió feliz. Algo que no había sentido en mucho tiempo.
—Mmmm… sí…Zane…muévete.
Zane respiró profundamente, tomando más del aroma del gatito, y empezó a moverse. Lento y profundo.Cada estocada arrancaba un gemido de placer de la dulce boca de su gatito.
Los gemidos guturales llenaron la habitación.
El sudor corría por el rostro de Zane, pero su mirada jamás se apartó del rostro de su gatito. Esas pupilas brillando de placer lo excitaban. Gruñó extasiado cuando las piernas de Marak rodearon sus caderas, haciendo la penetración más profunda y placentera.
Empezó a moverse más rápido y duro, lamió y besó los erectos pezones que lo llamaban a probarlos. Esa dulce y suave piel para acariciar, era toda suya.
Mordió suavemente la piel de su cuello, y sonrió cuando obtuvo un gemido gutural a cambio. Era sorprendente el modo en que el gatito respondía a sus caricias.
Sentía sus bolas listas para soltar su carga. Cada estocada deslizaba corrientes de electricidad por todo su cuerpo, y los gemidos saliendo de los dulces labios de su gatito estaban llevándolo al borde del orgasmo.
—Zane…
Marak arqueó la espada, ronroneando y jadeando al mismo tiempo. Jaló a Zane por un beso que le robó el aliento. La intensidad del momento golpeó algo muy profundo en el corazón de Zane. Jamás se había sentido querido, pero ahora, entre los brazos del gatito, se sentía en las nubes por toda la emoción, la ternura y la pasión que las caricias y los besos de Marak provocaban en él.
Marak rompió el beso, y besó su mandíbula, bajando y repartiendo besos y mordidas a su paso. Una larga y caliente lamida en la piel de su cuello lo hizo gruñir al límite. La profunda mordida lo llevó al cielo, se corrió con un grito, y llenó el ardiente agujero de Marak con su semilla.Pudo sentir los estremecimientos del gatito cuando éste llegó a su orgasmo.
Tardó varios minutos en volver a respirar con normalidad, bajó la mirada y sonrió. El brillo de felicidad y la sonrisa satisfecha en el rostro de Marak lo hizo suspirar de placer.
Sabía que su destino ya estaba sellado. El gatito era suyo, ya no había duda de eso. Ese sentimiento de pertenencia le hizo recordar lo que había aprendido acerca de los Naiidians.
—Soy tu Corae Consorte, ¿verdad?
Marak lo miró sorprendido, pero luego una sonrisa de dicha iluminó su rostro. Levantó una mano y acarició tiernamente los labios de Zane.
—Sí. Eres mío, y yo soy tuyo —susurró mientras jalaba a Zane para otro beso.
Zane gimió, su polla volvía a estar dura y necesitada.
¡Joder! Quería al gatito otra vez, y planeaba tomarlo hasta que no tuviera energías.
—Mmmm…sí,… por favor…más….
Zane se quedó quieto unos segundos, observando maravillado lo que el destino le había deparado. Era el compañero de un Naiidian, y se sentía el hombre más afortunado del planeta.
—¡Mío! —gritó antes de empezar a moverse.
Los gemidos y jadeos llenaron la habitación de Zanepor varias horas, mientras la nave se dirigía hacia el Sur.

 

18 comentarios en “Luna Salvaje – Capitulo Cuatro”

  1. WAAAAA!!!!!!!!!!! Cada vez se pone mejor, que momento mas caliente entre Zane y Marak, ¿El también se quedara embarazado como su hermano? esperemos que sip, jajajajaja……..
    Por favor publica pronto el próximo capitulo ya estoy ansiosa,jajaja,,, 😉

  2. DIOS!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ESTOY SI ES HOT HOT, SUPER CALIENTE ESTE CAPI CAROLINA, ME HA ENCANTADO, ESTOS DOS SI QUE INCENDIAN EL CUARTO. GRACIAS POR COMPARTIR… SALUDOS!!!

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